¿Qué es una evaluación 360 grados?
Una revisión de 360 grados (también conocida como evaluación de 360 grados) es un proceso formal en el que un empleado recibe comentarios y aportaciones sobre su rendimiento por parte de una amplia gama de personas con las que trabaja. Esta información suele ser anónima. Puede incluir a sus jefes, compañeros, subordinados directos, proveedores e incluso clientes. La revisión se utiliza como parte del proceso más amplio de gestión del rendimiento y suele formar parte del plan de carrera de ese empleado y de la revisión salarial.
Una revisión de 360 grados suele utilizar comentarios cualitativos y cuantitativos para proporcionar una imagen completa de la forma en la que ha actuado el empleado durante el período de tiempo correspondiente.
¿Por qué es importante utilizar la evaluación 360 grados en una empresa?
Una evaluación de 360 grados es importante porque ofrece a los empleados la oportunidad de recibir un feedback específico y una aportación que les ayude a desarrollarse profesional e individualmente. Por lo demás, es raro que alguien reciba tantos comentarios anónimos sobre sus acciones y comportamientos.
Al dar a los empleados la oportunidad de recibir y reaccionar a este feedback, y al vincularlo al proceso más amplio de gestión del rendimiento, puede ayudar a desarrollar sus habilidades y ayudarles a ser más hábiles tanto en las habilidades blandas como en las duras.
¿Qué ventajas tiene para una empresa la utilización de una evaluación 360 grados?
Las evaluaciones de 360 grados ofrecen a los individuos una visión más amplia de su rendimiento. Es especialmente importante el hecho de que el feedback va más allá de las aportaciones de su jefe directo. Esto puede ser útil porque limita los prejuicios que los directivos pueden tener hacia sus subordinados directos. Es especialmente importante en los puestos en los que el director se encuentra en un lugar diferente al de su subordinado directo y no puede ver su comportamiento.
Otras formas en las que las revisiones de 360 grados pueden beneficiar a una empresa son:
- Haciendo más hincapié en cómo trabajan los empleados, en lugar de limitarse a cumplir sus objetivos
- Promoviendo un mayor trabajo en equipo. Los individuos se esforzarán más por trabajar bien con los demás si saben que otros empleados calificarán su rendimiento en el futuro
- Mejorando el rendimiento de los empleados. Si se aplican bien, las revisiones de 360 grados pueden ayudar a los empleados a reforzar su rendimiento, lo que aumenta el potencial de éxito de la organización.
¿Cómo se lleva a cabo una evaluación 360 grados?
Hay algunos puntos clave que hay que tener en cuenta a la hora de establecer una revisión de 360 grados:
- Recoger las respuestas de una amplia gama de personas que hayan trabajado con el empleado durante al menos seis meses. Algunos expertos recomiendan un mínimo de 20 personas. El objetivo es que no haya menos de 10 aportaciones diferentes. Los comentarios de muy pocas personas hacen que el proceso sea menos representativo.
- Recoger las opiniones de un amplio abanico de personas: directivos, compañeros, subordinados directos, clientes y proveedores.
- Garantizar la confidencial. Esto implicará que los individuos sean más sinceros, lo que a su vez hace que el proceso sea más valioso.
- Dejar claro que solo se permiten los comentarios constructivos.
- Pedir al empleado que realice su propia autoevaluación para tener un punto de partida.
- Evaluar las respuestas antes de compartirlas con su subordinado directo.
- Proporcionar comentarios positivos y constructivos que ayuden a su empleado a crecer y desarrollarse. Las críticas o los elogios inútiles que no conllevan una acción futura no necesitan ser compartidos y pueden desbaratar la reunión de revisión y crear problemas en su equipo.