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Gestión del rendimiento

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Gestión del rendimiento

 

¿Qué es la gestión del rendimiento?

 

La gestión del rendimiento es un conjunto de actividades que ayudan a realizar un seguimiento, mantener y reforzar el rendimiento de los trabajadores de acuerdo con los objetivos de la empresa. El núcleo de la gestión del rendimiento es el proceso de establecer objetivos claros para los empleados. Posteriormente, los empleados trabajan para alcanzar estos objetivos, recibiendo apoyo y formación para ayudarles a cumplirlos. Al hacer un seguimiento de los resultados de los empleados con respecto a sus objetivos y proporcionarles comentarios y apoyo, los directivos pueden ayudar a los empleados a mejorar su rendimiento y motivarlos para que consigan mayores resultados.

 

¿Por qué es importante la gestión del rendimiento?

 

La gestión del rendimiento es importante porque permite que una empresa vincule los objetivos y el éxito de la organización con los objetivos y el éxito individuales. Esto es fundamental para ayudar a una organización a asegurarse de que los empleados están trabajando hacia el objetivo correcto y también de que están desarrollando las habilidades que la organización necesita que adquieran.

Además, la gestión del rendimiento es importante para los empleados y los directivos porque:

 

Proporciona a los empleados un enfoque claro

Al saber lo que se espera de ellos, son libres de cumplir sus objetivos de forma más autónoma. Esto mejora la productividad y puede contribuir a aumentar el sentimiento de confianza. Mediante una serie de reuniones periódicas, los directivos pueden asegurarse de que están en contacto con los empleados para alcanzar sus objetivos.

 

Contribuye a las necesidades de formación y desarrollo

Las revisiones periódicas entre los empleados y su superior ayudan a destacar las oportunidades de formación y desarrollo para alcanzar los objetivos del empleado. Esto puede ayudar a la empresa a presupuestar y planificar la formación de forma más eficaz. También puede ser motivador para el empleado, ya que sabe que su superior y la empresa para la que trabaja apoyan su desarrollo profesional.

 

Contribuye a ofrecer recompensas y reconocimiento

El proceso de gestión del rendimiento es ideal para animar a los empleados con el reconocimiento y las consiguientes recompensas. Al revisar el progreso con respecto a los objetivos, los directivos pueden dar a los empleados un feedback positivo que luego servirá para mejorar su rendimiento futuro.

 

Ayuda a la planificación de la carrera profesional

Al utilizar el proceso de gestión del rendimiento para evaluar el desempeño de un empleado, los directivos comprenderán mejor si un empleado está preparado para un ascenso o si se beneficiaría de un cambio de función interdepartamental. Los directivos pueden transmitir esta información a RR.HH. para ayudarles a introducirla en la planificación del talento.

 

Favorece la retención de los empleados

Al contar con un sólido proceso de gestión del rendimiento, una empresa está poniendo en práctica muchas de las características que son esenciales para la retención de los empleados. La fijación de objetivos, el feedback, la formación y el reconocimiento forman parte de un buen ciclo de gestión del rendimiento. También se sabe que estos elementos mejoran la retención de los empleados.

 

¿Cómo mejorar la gestión del rendimiento en una empresa?

 

La mejor manera de mejorar la gestión del rendimiento en una empresa es hacer que deje de ser un "evento" anual y se convierta en un proceso continuo y siempre relevante. Algunos ejemplos de cómo hacerlo son:

  • Comunicar periódicamente la visión de la empresa y explicar cómo cada empleado contribuye a cumplirla. De este modo, en lugar de pensar en sus objetivos como algo aislado, los empleados aprenden a reconocer la interconexión de su trabajo con la compañía.
  • Cambiar la revisión anual por una serie de revisiones más periódicas. Las revisiones trimestrales dan a los directivos y a los empleados una mejor oportunidad para actuar en función del feedback y corregir el rumbo si es necesario.
  • Asegurar que los directivos discuten regularmente los objetivos con los empleados. Dependiendo de la función del empleado, esto podría realizarse de forma semanal, quincenal o mensual. Si se incluye el seguimiento de los objetivos en las reuniones individuales, es más probable que los empleados alcancen sus metas.
  • Formar a los directivos para que formen, no solo gestionen. Si los directivos adquieren las habilidades necesarias para formar a los empleados, pronto verán que estos empiezan a conseguir mejores resultados. Esto se debe a que el coaching se centra en mejorar los puntos fuertes de los empleados y en ayudarles a conseguir sus objetivos.
  • Hacer que la recompensa y el reconocimiento sean habituales. En lugar de limitar el reconocimiento a la evaluación anual, celebrando las victorias a lo largo del año, verá que los empleados se sienten más comprometidos y motivados para rendir más.

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